Método SUICO

MÉTODO SUICO® PARA LA PÉRDIDA DE PESO


Se trata de un tratamiento médico para la pérdida de peso, que sigue un estricto protocolo de actuación tanto para el médico como para el paciente y perfeccionado constantemente por el departamento médico y de I+D de Laboratorios SUICO®.

El mismo se basa en la Dieta Proteinada en una primera instancia, la educación y estabilización metabólica del paciente a posteriori, y por ultimo un control a largo plazo, hasta 2 años después, buscando el objetivo final y más importante del tratamiento que es el mantenimiento a largo plazo de los resultados obtenidos.


DIETA PROTEINADA


La Dieta Proteinada es una técnica científica, desarrollada por médicos y científicos y puesta a disposición del cuerpo médico para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso de sus pacientes. La Dieta Proteinada no es una recomendación dietética, sino una forma de prescribir un tratamiento médico para la obesidad y el sobrepeso. De esta manera, Laboratorios SUICO® ofrece la formación médica adecuada para el manejo del tratamiento. No solo es necesario que el tratamiento este supervisado y dirigido por un médico, sino que este, además, debe estar especialmente formado o capacitado y debe ser conocedor del método.


EL TRATAMIENTO CONSTA DE 3 GRANDES ETAPAS:


Etapa cero: En la que el paciente precisa de toda la información necesaria para el entendimiento de su proceso, de forma que se fidelice, a través de su conocimiento, a la dinámica de la Dieta Proteinada. En dicha etapa cero, el médico realiza una completa historia clínica y solicita cuantas pruebas sean necesarias (pruebas de sangre, electrocardiograma, ecografías,…) para valorar la idoneidad de la Dieta en cada paciente.

Etapa activa: En la que el paciente basa su dieta en proteínas de alto valor biológico y una cantidad de verduras de bajo índice glucémico (baja cantidad en azúcares), de forma que se dirija al paciente a un estado metabólico de cetosis controlada. Luego cambiaremos algunos preparados por proteínas animales. En dicha etapa perderemos alrededor del 90% del peso que se precisa perder, en función de cada paciente.

Etapa de educación alimentaria: Cuando alcancemos un peso saludable, volveremos a una dieta hipocalórica, administrando diferentes grupos de alimentos y retirando progresivamente los preparados de proteínas. El mecanismo de cetosis irá disminuyendo y regresaremos progresivamente a una alimentación equilibrada. Durante éste proceso, el más importante de la Dieta, el paciente va conociendo los diferentes grupos alimentarios aprendiendo a comerlos de forma ordenada en su dieta diaria, alcanzando una dieta de equilibrio saludable.

Aprendemos a comer y aprendemos a nutrirnos. Completar esta fase es primordial para el éxito del tratamiento y el mantenimiento del peso a largo plazo.

Etapa de mantenimiento: Una vez alcanzado el peso saludable y recibido la educación nutricional pertinente, debemos mantener dicho peso a lo largo del tiempo. Eso se consigue manteniendo las pautas alimentarias aprendidas y con un control mensual o trimestral durante un plazo variable de hasta dos años. Es el tiempo que nuestro cuerpo precisa para cambiar la “memoria ponderal”. Debemos establecer nuestro peso saludable como peso de memoria y dicho proceso precisa mantener estable nuestro peso durante un tiempo determinado para que se consolide.

La consolidación de los nuevos hábitos alimentarios junto con una actividad física adecuada, son la garantía del mantenimiento a largo plazo.


¿QUÉ ES LA CETOSIS


Cuando en una dieta ingerimos menos de 100 gr de hidratos de carbono absorbibles al día, el cuerpo precisa tomar energía de sus reservas grasas. Estas grasas son transformadas, en el hígado, en una sustancia que llamamos cuerpos cetónicos, que se convertirán en nuestra “combustible” para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.

Cambiamos temporalmente nuestro metabolismo que vive de los hidratos de carbono por un metabolismo que ahora vive de nuestras grasas. A dicha situación le llamamos cetosis.

Mantener una cetosis estable y controlada es el objetivo primordial de la Dieta Proteinada y en dicha situación metabólica el control por el médico es imprescindible, permitiendo ajustar las necesidades de proteínas y suplementos vitamínicos y minerales para un resultado médico excelente.

Obviar el control médico, o incluso un médico no formado en el manejo de la Dieta Proteinada, puede suponer un riesgo para su salud.

BASES DE UNA CETOSIS CORRECTA Y SEGURA:


  • Seguimiento Médico: La cetosis debe ser siempre un proceso medicalizado.

  • Aporte de Proteínas de Alto Valor Biológico: Fundamental para la seguridad del tratamiento. NO es correcto realizar una cetosis con proteínas animales exclusivamente, esto conlleva riesgos para la salud, bien conocidos en dietas de ese tipo.

  • Reducción controlada de los aportes de azúcares y grasas.

  • Suplementación vitamínica y mineral: Toda dieta implica la restricción temporal de una serie de alimentos. Dichos alimentos no solo contienen los grandes macronutrientes que conocemos (proteínas, grasas e hidratos de carbono), sino que también contienen vitaminas y minerales fundamentales para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo (sodio, potasio, hierro, vitaminas, etc.). Por lo tanto, toda dieta debería de estar suplementada según sus carencias nutricionales. En nuestro tratamiento, la suplementación es de obligatoria prescripción por parte del médico.


Y DESPUÉS ¿QUÉ?


¡Somos lo que comemos! Lo hemos oído algunas veces ¿Verdad?

“¡Qué tu alimento sea tu medicina!” nos decía Hipócrates y seguro que esta frase la has leído alguna vez.

En realidad deberemos distinguir entre comer, alimentarnos y nutrirnos, y nuestro objetivo debe ser hacer las tres cosas a la vez de forma adecuada.

Partimos de la base de que la alimentación es un acto voluntario, por lo tanto, podemos decidir cómo, qué y cuándo hacerlo. Así pues, debemos de encontrar la mejor manera de nutrirnos para administrarle a nuestro cuerpo aquello que necesita, alimentándonos ordenadamente y disfrutando de la comida.

Hay muchas evidencias científicas donde se demuestra que la alimentación influye claramente en nuestra salud y en nuestra forma de vida, por lo que es de vital importancia tener una alimentación adecuada a cada individuo. Las pautas generales son eso: generales, pero en nuestro tratamiento queremos ir más allá, individualizando la nutrición a cada paciente en función de sus necesidades.

Sabemos que una buena alimentación, es la mejor medicina preventiva, es decir, el hecho de tener una alimentación sana, nos previene de sufrir enfermedades como: cáncer de colon, diabetes mellitus tipo 2, crisis de gota, aumento del colesterol…, por lo que es necesario conocer qué, cómo y cuándo debemos comer para alimentar a nuestro organismo, sin que le falte ningún nutriente.

Una alimentación saludable es aquella que se basa en una dieta equilibrada, es decir en la que le damos a nuestro cuerpo aquello que necesita y donde la manera de alimentarse contiene alimentos variados, cantidades adecuadas a nuestros requerimientos personales y combinados con un estilo de vida activo. La clave está en comer de todo sin excesos y correctamente distribuido a lo largo del día en función de nuestros requerimientos.

La manera de alimentarse varía según edad, sexo, situación fisiológica, actividad laboral, actividad física y si se padece alguna enfermedad en concreto. Por ello no se precisa la misma pauta alimentaria para una mujer de 30 años que realiza deporte que para un ejecutivo de 50 con un hábito de vida sedentario.

Una alimentación saludable, debe contener todos los grupos de alimentos, sin descartar ninguno, siempre con la máxima variedad posible, con una combinación adecuada y con un control en las cantidades.

El Método SUICO® implica que una vez finalizado el tratamiento, debemos permanecer bajo control esporádico (cada 3 a 6 meses aproximadamente) y durante 2 años post tratamiento, con el médico, a fin de garantizar la estabilidad metabólica y poder corregir pequeñas desviaciones si ocurriesen.


INDICACIONES


La Dieta Proteinada presenta un claro cuadro de indicaciones y contraindicaciones y, aunque en medios hospitalarios se podría prescribir a más pacientes, como se realiza en un medio ambulatorio, el médico precisa valorar la idoneidad de recetarla o no en ciertas condiciones médicas. Recordemos que se trata de un tratamiento médico para la obesidad y el sobrepeso, no de una recomendación dietética.

Cuando nuestro cuerpo acumula más grasa de la normal, favorecemos la aparición de muchas enfermedades, sobre todo las cardiovasculares, como la hipertensión y el colesterol, y metabólicas, como la Diabetes tipo 2, además de otras alteraciones a nivel respiratorio, articular, etc.. A todo esto hay que sumarle la pérdida de autoestima que suele acompañar a la obesidad al perder la imagen corporal deseada y al hacernos conscientes de las limitaciones físicas que el sobrepeso genera para las actividades diarias. Al perder el excedente de peso recuperamos el bienestar, la salud y la imagen que deseamos tener.

Cuando decidimos perder peso, debemos ponernos en manos de un profesional. Así, el control médico es imprescindible para poder realizar el tratamiento. El médico fijará los objetivos de pérdida de peso, comprobará el estado metabólico del paciente y descartará posibles contraindicaciones.

Podrán hacer este tratamiento todas aquellas personas que necesiten bajar de peso, mantenerlo a largo plazo y no presenten contraindicaciones para el mismo.


CONTRAINDICACIONES


No pueden hacer el tratamiento aquellas personas que presenten una afección grave de su hígado o de su riñón, y no es porque la dieta pueda dañarlos, sino porque ambos intervienen de forma activa en el proceso de pérdida de grasa y se precisa su normal funcionamiento.

Los pacientes con diabetes de tipo I, las mujeres embarazadas o durante la lactancia, personas que toman ciertos medicamentos, personas con un cáncer no curado, personas con algunas enfermedades de la sangre y en enfermedades cardiovasculares con procesos agudos recientes, la Dieta en ámbito ambulatorio no debe realizarse.

En otras situaciones patológicas menos frecuentes el médico valorará la idoneidad o no del proceso de forma individual.


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