La Importancia de las Proteínas en la alimentación para mantener el peso. Estudio DiOgenes.
A finales de 2010, se conocieron los resultados, a través en la prestigiosa revista New England Journal of Medicine, del estudio DiÓgenes, acrónimo de Dieta, Obesidad y Genes.
Este estudio a gran escala y aleatorio tenia el objetivo evaluar diferentes tipos de dietas de mantenimiento del peso corporal en personas obesas y con sobrepeso que previamente hubieran bajado de peso, y en sus hijos.
Para lo cual es utilizaron 5 tipos diferentes de dietas de mantenimiento, todas con bajo o moderado contenido de grasa pero variando la cantidad de proteínas y carbohidratos de las mismas.
El estudio fue coordinado desde la Universidad de Copenhague con la participación de Dinamarca, Holanda, Gran Bretaña, Grecia, Alemania, Bulgaria, República Checa y España. En nuestro país, el estudio correspondió al Departamento de Fisiología y Nutrición de la Universidad de Navarra. La financiación corrió a cargo de la UE por un importe de 14,5 millones de euros.
La importancia de este tipo de estudios queda de manifiesto desde el momento que nos hacemos conscientes de la gravedad del problema al que nos enfrentamos. Según la OMS, la obesidad y el sobrepeso han alcanzado cifras de epidemia a nivel mundial (1). Por lo que respecta a la obesidad, su prevalencia se duplicó entre 1980 y 2008 en todas las regiones del mundo, hasta el punto de que a día de hoy 500 millones de personas son consideradas obesas (2), estimándose que para el 2015 serán 700 millones. De acuerdo con las estimaciones de la OMS, el sobrepeso y la obesidad, dado que incrementan el riesgo de diabetes tipo 2, patologías osteoarticulares, hta, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos cáncer, causan cada año la muerte de 2,8 millones de personas y provocan un descenso de hasta 10 años en la esperanza de vida y representa una elevada carga económica para el individuo y la sociedad.
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Las características de la población que participó en el estudio fueron las siguientes: Se trataba de familias que incluían al menos un padre entre 18 y 65 años de edad con sobrepeso u obeso y al menos un hijo sin problemas de salud, de edad comprendida entre 5 y 17 años. Los adultos se sometieron durante 8 semanas a una dieta de 800 calorías y 773 consiguieron reducir un 8% su peso corporal. A éstos se les asignó aleatoriamente durante las siguientes 36 semanas una de las 5 dietas tipo siguientes:
- (1) Baja en proteínas, bajo índice glucémico.
- (2) Baja en proteínas, alto índice glucémico.
- (3) Alta en proteínas, bajo índice glucémico.
- (4) Alta en proteínas, alto índice glucémico.
- (5) Dieta de control, proteína de media y el índice glucémico medio.
Todas ellas incluían una cantidad moderada de grasas, del 25% al 30%.
Los resultados de este estudio pusieron de manifiesto que los integrantes del grupo que siguió la dieta número (3), no sólo mantuvieron mejor el peso perdido, sino que continuaron bajando peso. También tuvieron una mayor adherencia al tratamiento y lo abandonaron en menor porcentaje.
Gráfico:
Respecto a los niños. En las familias, los niños no fueron obligados previamente a someterse a dieta, sólo se limitaron a seguir la de mantenimiento asignada a sus padres. Aproximadamente el 45% de los niños de estas familias tenían sobrepeso. Los resultados fueron notables: En el grupo de niños que mantuvieron la pauta de alimentación del grupo (3) disminuyeron su sobrepeso aproximadamente un 15%.
https://pediatrics.aappublications.org/content/early/2010/10/11/peds.2009-3633.abstract
Estos resultados marcan la importancia que les debemos dar a las proteínas de nuestra alimentación. Es fundamental aprender a reconocerlas en los diferentes alimentos ya que solo comiendo una porción de proteína animal (carne, pescados, pollo, etc.) en comida y cena, no es suficiente para llegar a una cantidad al día aconsejable. Es importante aprender a incorporar fuentes de proteínas en el desayuno y en las entre horas si fuera necesario.
Igual de importante es entender que no hay que obsesionarse contando las calorías que comemos, dentro de parámetros lógicos claro está, sino la calidad de las calorías que estamos consumiendo. No es lo mismo consumirlas en base a proteínas que en base a carbohidratos por ejemplo. Y además, los productos proteicos y de bajo índice glicémico tienen un efecto saciante que ayuda a la adherencia a este plan de alimentación.
- Sociedad Española para el estudio de la Obesidad (SEEDO). Consenso SEEDO 2007, criterios de intervención terapéutica. Revista Española de Obesidad 2007, 7-48
- OMS. Informe ‘Estadísticas Sanitarias Mundiales 2012‘, elaborado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) con información aportada por 194 países.