La necesidad de los suplementos de sal en la dieta proteinada

La Dieta Proteinada es carencial por sí misma y precisa la suplementación con minerales y vitaminas para evitar déficits y también evitar alteraciones iónicas.  No hacerlo pone en riesgo al paciente que puede evolucionar hacia un accidente cardíaco que le puede llevar a la muerte.

Es frecuente observar que algunos pacientes consumen una cantidad menor del sodio previsto en su dieta.

En realidad, la suplementación durante la Dieta es básica para evitar situaciones de desequilibrio iónico que pueden llevar a nuestros pacientes a un estado de emergencia médica.

Se deben administrar al menos 3 g de sodio (= 7,5 g de sal) por día a los pacientes. El profesor Phinney  demostró que era necesario dar de 2 a 3 g/día de Sodio elemento  (5 a 7 g de NaCl) para mantener una euvolemia en el curso de una dieta cetogénica (1).  (Pueden encontrar dicha mención en la página 4 de su publicación).

Los médicos que no suplementan con sodio correctamente,  someten a sus pacientes a un elevado riesgo, ya que existirá una gran deshidratación en el transcurso de las 2-3 primeras semanas de la Dieta Proteinada, deshidratación que provoca una hipovolemia que será la responsable de la hipotensión ortostática y elevación de la aldosterona para frenar una posible hiponatremia.

Esta hipovolemia podría ser peligrosa en el caso de los pacientes que han sido ya víctimas de un infarto o de un AVC y lo mismo en pacientes que sufrieron una angina de pecho.

Además:

La hipovolemia puede ser responsable de varios efectos indeseables:

  • ASTENIA
  • DEBILIDAD
  • LETARGIA CEREBRAL  (disminución de las facultades intelectuales)
  • FALTA DE ENTUSIASMO
  • FALTA DE ENERGÍA
  • ATURDIMIENTO
  • NÁUSEAS
  • SOMNOLENCIA
  • PALPITACIONES

Otro de los riesgos de la Dieta Proteinada débil en sodio es el edema que acontece en el momento de la realimentación. Ya que en una dieta pobre en glúcidos y en sodio, los riñones se adaptan inhibiendo la excreción de Sodio (2).

Siendo que desde el departamento de formación del Laboratorio Suico venimos reiterando la necesidad de una correcta suplementación en la Dieta Proteinada,  siendo también que algunos pacientes no están suplementando con cápsulas de sal las fases activas de la Dieta,  queremos exponer lo siguiente:

Respecto al comentario de algunos compañeros sobre la correcta evolución de sus pacientes sin suplementación alguna de sal más allá de la que se ingiere con los alimentos caben varias consideraciones:

A -.La incorrecta prescripción de la dieta, no asumiendo los pacientes cetosis correctas, (así no se establece un aumento de la diuresis aumentado la pérdida de sodio por la orina), serían los responsables de no precisar suplementación de sal.  Se han puesto de manifiesto de forma reiterada los beneficios que la pérdida de peso en un estado de cetosis “controlada y fuerte” tiene sobre otras pérdidas con cetosis débiles o incluso sin cetosis. Instamos a prescribir correctamente la Dieta para conseguir cetosis “fuerte”.

B -.  Como en cualquier dieta de ayuno o semi-ayuno, la natriuresis aumentada en los inicios de la Dieta, provoca una respuesta compensadora para evitar la pérdida de sodio. Se aumenta la Aldosterona provocando una alteración del eje RENINA-ANGIOTENSINA- ALDOSTERONA.

De ésta forma los pacientes no requieren suplementación de sodio durante la dieta más allá de las 2-3 primeras semanas pero, al volver a fases no cetogénicas de la dieta, o  cuando el paciente trasgrede la dieta y rompe su estado de cetosis, debido a la recuperación  del glucógeno (y por consiguiente la recuperación de unos 2 litros de agua), supone un riesgo de edema en el paciente que ha visto alterado su eje RENINA-ANGIOTENSINA-ALDOSTERONA. Así obra en los trabajos de los doctores Frank A, Graham C, Frank S (2).

Esta situación se prevé como una situación de riesgo a evitar suplementando correctamente a los pacientes en fases cetogénicas de la Dieta con las cápsulas de sal correspondientes.

C -. Con el fin de evitar el efecto nauseoso que algunos pacientes experimentan con la ingesta de complementos, se recomienda iniciar la Dieta sin suplementación alguna para, al tercer día, administrar       2-2-2 cápsulas de 500 mg de cloruro sódico así como el resto de complementos que precisa la Dieta (que no son hoy objeto de éste comunicado) tal como indica el protocolo de la Dieta Proteinada. También se recomienda la ingesta de los suplementos acompañados de un gran vaso de agua y una ingesta diaria de agua de más de 2,0 litros.

D -. Las cantidades máximas recomendadas de sodio en la dietaequilibrada son de 2,3 g /día y de 3,6 g /día para el cloruro, (incluyendo el aporte en alimentos o suplementos) para el grupo de población de 19 a 50 años. (3).  Debemos tener en cuenta que la natriuresis está aumentada en la Dieta Proteinada,  siendo así sus requerimientos en sodio y potasio mayores que en la dieta equilibrada.

Sabemos que  2,5 g de sal  son el equivalente aproximado de 1 g de sodio.

[Tweet «Sabemos que 2,5 g de sal son el equivalente aproximado de 1 g de sodio. #DietaProteinada»]

Por lo que:

  • para el aporte máximo de 2,3 g /día de sodio, hacen falta (2,3 x 2,5) = 5,75 gramos de sal al día (sin tener presente la natriuresis del estado cetogénico que incrementa el requerimiento).
  • para el aporte máximo de 3,6 g /día de cloruro, hacen falta (si 2,5 g de NaCl tienen 1 g de sodio, el resto: 1,5 g es cloruro; entonces 3,6 X 2,5/1,5)= 6 gramos de sal al día.

Hasta aquí la explicación de los requerimientos diarios en dieta de equilibrio. Si tenemos presente que se precisan según los Trabajos del Dr. Phinney  de 2 a 3 g /día de Sodio elemento (5 a 7 g de NaCl) en una dieta cetogénica, debemos administrar 3 g (6 cápsulas de 500 mg) de Cloruro Sódico a nuestros pacientes -además de la sal de la ingesta- para la correcta suplementación durante el estado cetogénico de las fases activas (fases 1 y 2).

Relación entre Hipertensión arterial y Sodio en la Dieta Proteinada:

Un aspecto más a tener en cuenta es la relación entre la hipertensión y el sodio en la Dieta Proteinada. Debemos tener presente que la pérdida de sodio se realiza principalmente por el acompañamiento de los iones de carga positiva -sodio y potasio (también en menor importancia: calcio y magnesio)- que son eliminados por vía renal junto a los cuerpos cetónicos que presentan carga negativa.  Al suplementar la Dieta con sodio y otros minerales, lo que estamos haciendo es devolver a nuestro organismo aquello que está perdiendo.

Con los 3 g de sal con los que suplementamos la Dieta Proteinada, estamos retornando el sodio excretado; así pues, ningún problema podemos tener en los pacientes hipertensos a los que debemos suplementar de igual forma que a un paciente normotenso. Cabe además considerar que sólo un 20% de los pacientes hipertensos son sensibles a las variaciones de sodio en la dieta.

No suplementar con sodio comporta un riesgo, incluso mayor si cabe, que en el paciente normotenso.

El riesgo se basa en la posible hiponatremia que se verá compensada por la elevación de la aldosterona. Por otro lado, los cuerpos cetónicos seguirán arrastrando iones positivos al ser eliminados por la orina y, siendo que la aldosterona contribuye a la no eliminación de iones de sodio, los cuerpos cetónicos se eliminarán por vía renal acompañados de iones de potasio en mayor cantidad.

Si realizamos una analítica/ionograma de control, estaremos observando el espacio extracelular y no el intracelular. Así pues, no podremos observar la pérdida de potasio ya que éste ion es eminentemente intracelular; además estará compensado a nivel extracelular aparentando normalidad. En realidad, lo que está ocurriendo es una depleción intracelular de potasio que, como usted muy bien conoce, es causa de arritmias que pueden llevar al paciente a una situación de riesgo e incluso a un deceso.

[Tweet «No dar suplementos de sodio conlleva una eliminación extra de potasio y un riesgo vital!»]

Espero esta explicación contribuya a la correcta suplementación de sodio de la Dieta Proteinada y sirva para razonar que una dieta de muy bajas calorías no puede seguirse según un libro o manual, sin el pertinente control médico.

Bibliografía: