¿DE DONDE PARTIMOS?
Lo primero que nos planteamos es QUÉ comemos y CÓMO comemos. Luego, sabiendo cómo funciona nuestro cuerpo, cada órgano, conociendo sus necesidades y desarrollo, plantearemos propuestas nutricionales para mantenernos óptimos y funcionales.
Grandes problemas de nuestra época están en basados en la “comida chatarra”, en los hidratos de carbono de absorción rápida, en las grasas hidrogenadas, en los precocinados, conservantes, ultraprocesados, plásti-cos, y otras sustancias que actúan como tóxicos en nuestro organismo. Por otra parte, por las formas de cultivo o reproducción y cría, del transporte y de la comercialización, los alimentos que nos llevamos a la boca, tampoco contienen todos los nutrientes que creíamos.
ALGUNOS PUNTO CLAVE:
¿DE QUE NOS ALIMENTAMOS y NUTRIMOS?
A lo largo de la historia de la humanidad nuestra alimentación ha ido cambiando, pero desde que el hombre es hombre, necesitamos ingerir tres grupos de macronutrientes: las proteínas, las grasas y los hidratos de carbono, así como gran variedad de micronutrientes que les acompañan (o deberían acompañarles).
Las proteínas: alimento que usamos, básicamente, para construir nuestros propios músculos, la sangre, hormonas, etc… por eso le llamamos alimento estructural porque lo necesitamos para construir y reparar nuestra estructura corporal.
Principalmente lo obtenemos del cuerpo de otros animales y sus derivados, como la leche, huevos, etc… Algunos vegetales, algas o legumbres son ricos en proteínas, aunque en menor proporción y de inferior calidad por ser proteínas incompletas en aminoácidos.
Las grasas: son imprescindibles para una multitud de reacciones químicas en nuestro cuerpo. Las hay animales y vegetales, siendo estas últimas más saludables.
Los hidratos de carbono: representan el aporte energético necesario para el funcionamiento de nuestro cuerpo. Todas las reacciones químicas, desde la respiración, el bombeo de la sangre, la duplicación de células para que nuestros huesos o músculos crezcan, y hasta la actividad que generamos con el movimiento, desplazamiento, y todo lo que hacemos. Todo esto necesita consumir energía.
Esa energía, ese combustible, lo suministramos, principalmente, a partir de la ingesta de los hidratos de carbono. Son las frutas, las verduras y todos los derivados que tienen origen en las plantas. Hace 6.000 años era muy simple reconocerlo, hoy tenemos en este grupo desde las frutas y verduras, pasando por los espaguetis y pizzas y pasteles, así como todas las harinas de cualquier cereal.
Hoy; la histórica pirámide nutricional, ha seguido evolucionando con la ciencia y ha dado paso a lo que conocemos como el PLATO DE HARVARD, que indica las proporciones de los macronutrientes en nuestra alimentación diaria y que se reco-mienda en una cantidad aproximada de unas 2000 kcal de media:
Y, de los micronutrientes, ¿Qué sabemos?
En el año 2006, la OMS define MALNUTRICION tipo B, como la ausencia de nutrientes en los alimentos. Malnutrición que afecta sobre todo a países desarrollados.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/malnutrition
Estudios comparativos relativos a las cantidades de nutrientes de los alimentos (frutas y verduras básicas), nos demuestran que en los últimos años se ha perdido gran parte de su contenido. Veamos unos ejemplos:
Y, de los micronutrientes, ¿Qué sabemos?
En el año 2006, la OMS define MALNUTRICION tipo B, como la ausencia de nutrientes en los alimentos. Malnutrición que afecta sobre todo a países desarrollados.
https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/malnutrition
Estudios comparativos relativos a las cantidades de nutrientes de los alimentos (frutas y verduras básicas), nos demuestran que en los últimos años se ha perdido gran parte de su contenido. Veamos unos ejemplos:
Veamos como el Brócoli, por ejemplo, en los resultados del primer estudio del año 1985, dispone de un valor de calcio de 103, que en el estudio del año 1996, aparece en valores de 33 y finalmente llega a descender en el años 2002 a 28. La diferencia entre los años 1985 y 2002 es de un descenso o pérdida del 73% de la cantidad de calcio disponible.
La última columna nos muestra que todos los alimentos analizados, sufren descensos muy notables de contenido en diferentes nutrientes, a excepción de la vitamina C de la manzana.
Los motivos que explican este fenómeno se centran en que las tierras de siembra están agotadas, en la propia contaminación del medio y el aire, el crecimiento acelerado de la agricultura actual y el almacenaje prolongado.
Desde el 2002 han pasado casi 20 años y las condiciones no han mejorado, sino al contrario. Los suelos agotados producen alimentos vacíos de nutrientes y la necesidad de suplementación se hace evidente.
Datos de 1992 presentados en la “Cumbre de la Tierra” en Río de Janeiro, mostraban un porcentaje de agotamiento del suelo, en cuanto a minerales se refiere de más del 75%.
Como decían en una memorable película:
“Houston; tenemos un problema!”
ALIMENTOS SIN NUTRIENTES
Son minerales y vitaminas que necesitamos en muy pequeñas dosis, pero de forma habitual. Los encontramos, repartidos en diferentes proporciones entre todos los alimentos que comemos. Esta es una de las razones principales por las que debemos tener una dieta variada, para asegurar la ingesta de todos los macro y micronutrientes que necesitamos.
Las Cantidades Diarias Recomendadas (CDR) se deberían obtener al mantener una dieta variada, con frutas y verduras de temporada, con alimentos frescos, de proximidad, al estilo de la Dieta Mediterránea en la variedad y en la cantidad necesaria pero no excesiva, aproximándonos a esas 2.000 kcal citadas. Estos alimentos NO nos están aportando los micronutrientes que sí necesitamos. ¿Cómo es esto posible?
REFERENCIAS:
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